lunes, 30 de abril de 2007

MALVINAS










La Guerra de las Malvinas o Guerra del Atlántico Sur fue un conflicto armado entre la Argentina y el Reino Unido ocurrido en las Islas Malvinas, Georgias del Sur y Sandwich del Sur entre el 2 de abril y el 14 de junio de 1982 por la soberanía sobre estos archipiélagos australes tomados por la fuerza en 1833 y dominados desde entonces por el Reino Unido. Sin embargo, la Argentina los sigue reclamando como parte integral e indivisible de su territorio, considerando que se encuentran "ocupados ilegalmente por una potencia invasora" y los incluye como parte de su provincia de Tierra del Fuego, Antártida e Islas del Atlántico Sur.
El saldo final de la guerra fue la reocupación de los tres archipiélagos por el Reino Unido y la muerte de 649 militares argentinos, 255 británicos y 3 civiles isleños. En la Argentina, la derrota en el conflicto precipitó la caída de la junta militar que gobernaba el país y que había sucedido a otras juntas militares instauradas tras el golpe de Estado de 1976 y la restauración de la democracia como forma de gobierno. Por otro lado se sostiene que la victoria en el enfrentamiento permitió al gobierno conservador de Margaret Thatcher lograr la reelección en 1983.




A principio de los años 1980, el modelo económico de la Junta militar se agotó, con las subsiguientes tensiones sociales: 90% de inflación anual, recesión profunda, interrupción de buena parte de la actividad económica, generalización del IVA (impuesto al valor agregado), empobrecimiento de las clases medias, brusco aumento del endeudamiento externo de las empresas y el Estado, salario real cada vez más depreciado, aumento de la pobreza y sus lacras, etc. La sustitución del jefe de la Junta Jorge Rafael Videla por el general Roberto Viola y luego éste por el general Leopoldo Fortunato Galtieri es indicativa de esta crisis económica, social y política, y el momento en que la decisión de recuperar las islas se pone en marcha con objeto de recuperar el crédito perdido entre los sectores sociales sensibles a este discurso patriótico.[3][4] Esta decisión se basó en presupuestos políticos y militares que, en principio, parecían acertados:
Las Naciones Unidas habían adherido firmemente a la doctrina de la guerra justa mediante la aprobación por grandes mayorías de las resoluciones 2131 (1965), 2326 (1967), 2908 (1972), 3281 (1974) y 3314 (1974), que reconocían explícitamente la legitimidad de las guerras de liberación, de autodeterminación, contrarias a la opresión racial, etc. Amparada en este antecedente legal, la mención a una hipotética recuperación de las islas por la vía armada había estado presente en el discurso diplomático bilateral desde 1972.[5]
Entre 1981 y 1982, varias acciones del gobierno británico fueron interpretadas por la junta militar argentina como señales de desinterés por el archipiélago, sus habitantes y su futuro:
Debido a recortes presupuestarios, el ministerio de defensa británico decidió prescindir de sus dos portaaviones (HMS Hermes y HMS Invincible), sus dos buques de desembarco de tropas (HMS Fearless y HMS Intrepid) y del patrullero antártico HMS Endurance, llamado por los británicos "el guardián de las Islas Falkland". Varios periódicos argentinos llegaron a afirmar que el Reino Unido abandonaba la protección de las Islas Malvinas. En el mismo sentido, los representantes malvinenses en Londres expresaron su profunda preocupación por el inminente desarme.[6]
Motivada por causas racistas, la nueva ley de nacionalidad aprobada por el parlamento británico relegaba a la mayoría de los nativos malvinenses a una segunda categoría y les negaba la ciudadanía completa.[7]
La guarnición británica en las islas Malvinas, Georgias del Sur y Sandwich del Sur era reducida, y la lejanía a la metrópoli impedía la llegada de refuerzos a tiempo.
La capacidad de guerra anfibia del Reino Unido a medio mundo de distancia no parecía estar a la altura de las circunstancias, pese a su gran poderío aeronaval.
No parecía probable que el Reino Unido realizara un contraataque a gran escala, afectando al territorio continental argentino —por ejemplo, usando sus submarinos nucleares— por una cuestión colonial sobre unas islas remotas.




Conforme avanzaba el mes de abril, más y más buques de la Royal Navy se dirigían a la zona de conflicto en una acción improvisada bajo el mando del Lord Almirante Sir John Fieldhouse que recibió el nombre de Operation Corporate. Su objetivo era la reconquista de las islas Malvinas, Georgias del Sur y Sandwich del Sur para la Corona Británica, y se extendería desde el 9 de abril de 1982 hasta el final de la Guerra, el 14 de junio.




El 11 de junio al anochecer, las fuerzas británicas inician el asalto final sobre Puerto Argentino y sus alrededores. La Armada de los defensores permanece anclada en puerto, y su aviación apenas da ya más de sí: han perdido decenas de aviones y pilotos, el material está muy deteriorado por las constantes operaciones y los alcances, no quedan misiles Exocets AM-39 aire-superficie; apenas se mantiene el eficaz puente aéreo con el continente a través de los Hércules C-130, protegidos por la noche. El bombardeo de sus posiciones desde el mar, el aire y la tierra es continuo. Circulan rumores sobre la eficacia y letalidad de las tropas británicas. Los soldados conscriptos que aún defienden las Malvinas comienzan a perder la moral.




Cuando las noticias llegan a Buenos Aires, se produce una importante manifestación de rabia popular que es reprimida por la Junta, perdiendo así el poco apoyo que les quedaba entre la población sensible a su discurso nacionalista y patriótico. A lo largo del día 15, el resto de unidades argentinas presentes en el archipiélago entregan sus armas. El 20, cinco buques británicos hacen acto de presencia en las islas Sandwich del Sur y la guarnición de Thule se rinde sin lucha. Todos los prisioneros son repatriados durante el mes siguiente. La bandera de Su Majestad ondea de nuevo sobre los tres archipiélagos. Más de mil hombres valientes yacen bajo las gélidas aguas y por los riscos congelados, hermanos al fin en la muerte. Como en todas las guerras...





La Guerra de las Malvinas reveló que en entornos costeros, la guerra aeronaval no había variado gran cosa desde la Segunda Guerra Mundial. La mayoría de buques hundidos se perdieron a manos de aviones realizando «pasadas» con bombas, cohetes y cañones. Esto condujo a la implementación de poderosos medios de defensa terminal antiaérea en los buques de las siguientes décadas.
El misil ya era un arma apreciada en 1982, pero a partir de ese momento adquirió una relevancia enorme tanto en sus variantes aéreas como de superficie. En particular, la letalidad demostrada por los Exocet en lucha antibuque como la demostrada por los Sidewinder en combate aéreo influyó decisivamente en la mentalidad militar mundial. Todos los buques de guerra posteriores a 1982 llevan algún tipo de defensa antimisil, aunque ésta nunca se haya demostrado demasiado efectiva.
Se puso en evidencia que el concepto de «proyección de fuerza» era especialmente válido, pues pueden producirse conflictos imprevistos que no se libren en las inmediaciones del propio territorio o países aliados.
Quedó nítidamente demostrada la eficacia de los submarinos modernos a la hora de contener a una flota enemiga. La carencia de submarinos modernos por parte de Argentina y su disponibilidad por parte del Reino Unido fue decisiva para otorgar a este último el dominio del mar.
La vulnerabilidad de los buques británicos frente a los ataques aéreos por parte de la aviación argentina resultaron en una dura enseñanza no solo para el Reino Unido, sino para casi todas las fuerzas navales del mundo, que vieron la necesidad de modernizar los radares y las defensas misilísticas de sus buques con nuevas protecciones como el sistema de defensa en zona[12].
Se demostró que aviones caza modernos subsónicos pero con electrónica de punta (medidas, contramedidas electrónicas y misiles aire aire)y pilotos bien preparados (Harrier británicos) eran superiores sobre aviones cazas supersónicos de alta velocidad pero con una electrónica más antigua y misiles de primera generación Matra 530 y Magic I (Mirage argentinos). A pesar de esto los Harrier no lograron alcanzar la superioridad aérea por la notable actuación de los pilotos argentinos, reconocida mundialmente. Los Mirage y los Skyhawk siempre operaron desde el continente por no poder operar desde la pista de Puerto Argentino, esto limitó las capacidades de carga de armamento y combustible ya que debían volar 500 millas sobre el mar para atacar a los buques británicos y otras 500 millas para volver al continente. Por esta circunstancia tuvieron una particular actuación los Skyhawks que tenían la capacidad de reabastecimiento en vuelo.
El conflicto dejó unas Fuerzas Armadas Argentinas completamente debilitadas tanto en sus equipos, como en el personal y en su moral. Perdió supremacía en la región y con una desprestigiada cúpula militar, las inversiones y gastos militares fueron anulados hasta el presente, ya que los sucesivos gobiernos fijaron como política de estado, no tener hipótesis de conflictos y resolver todo por vía diplomática.
Quedó establecido que la superioridad de entrenamiento de los recursos humanos es decisiva para la victoria. Fue el principio del fin de los ejércitos de recluta obligatoria, un proceso de desaparición aún en curso, y el disparadero de los ejércitos profesionales de voluntarios altamente especializados. Dicho en otras palabras se pudo comprobar que era mucho mas efectivo como hizo Gran Bretaña de contratar tropas profesionales, que mantener un ejercito regular sobre la base de conscriptos de un servico militar obligatorio.

A todos los caídos, héroes de nuestra patria que su lucha continuará eternamente, ¡orgullosos estamos de ustedes y los llevaremos por siempre en el corazón!

fotos de la flota de mar














































domingo, 29 de abril de 2007

Fuerza Aérea Argentina


















La Fuerza Aérea Argentina es la rama en aire de las Fuerzas Armadas de la República Argentina.




Hoy en día, la Fuerza Aérea Argentina solo cuenta con un medio eficaz de combate. El A-4AR Fightinghawk (operando en la V Brigada Aérea, Villa Reynolds), mientras se espera un reemplazo posiblemente no antes del 2010, para los obsoletos Mirage III. Aviones adquiridos nuevos en la década del 70, con participación mínima en Malvinas, que hasta el día de la fecha no han recibido ningún tipo de modernización. El posible reemplazo del Mirage III (operando en la VI Brigada Aérea, Tandil) estaría entre 2 opciones que abarcan al Mirage 2000 francés, y el F-16 norteamericano. Si bien estos son 2 posibles candidatos, aun no se ha concretado la compra de ningún avión de combate, por lo tanto el Mirage III seguirá operando hasta que sea retirado de servicio (aun no definido) con un plazo máximo hasta el 2010 con o sin reemplazo del mismo.
Este problema también se traslada al área de transporte, donde gran parte de la flota C-130 Hércules (en todas sus variantes) de la FAA, al igual que la gran mayoría de los Boeing 707, no se encuentra operativos, quedando la flota reducida a no más de 2 aviones en condiciones de vuelo, con lo cual en el 2007 se planea dejar al menos 5 aviones de transporte hércules (operando en la I Brigada Aérea, El Palomar) operativos.
Actualmente, la FAA está llevando a cabo algunos proyectos de modernización, como el de los UH-1H a Huey 2 y la modernización de los IA-63 Pampa, a AT-63 Pampa, sumándole a estos, la producción de algunos nuevos aviones a cargo de LMAASA (Lockheed Martin Argentina).

Tanque Argentino Mediano






El Tanque Argentino Mediano (TAM) es un VCM: vehículo blindado de combate mediano, diseñado en 1973 por Thyssen-Henschel de Alemania para el Ejército Argentino. Fue fabricado por la empresa Tanque Argentino Mediano Sociedad del Estado (TAMSE), disuelta durante la presidencia de Carlos Menem.Hacia finales de los años 1990 se había llegado a un punto crítico de obsolescencia, que amenazaba con dejar al Ejército Argentino sin su principal medio de combate blindado. Así, el Ejército y la empresa Champion S.A. emprenden un programa de recuperación-reparación, y de modernización y conservación del parque de TAM existente en la fuerza, logrando recuperar a nuevo, 100 VC TAM. Como es sabido, no puede existir un Tanque de Guerra que se jacte de llamarse Vehículo de Combate, si no cuenta con capacidad de combate 24 h, es decir "todo tiempo". Frente a esto la empresa Champion diseñó un conjunto de mejoras para hacer de este tanque un verdadero "todo tiempo".

Misil Exocet


El Exocet es un misil de crucero subsónico antibuque desarrollado por la división de armas tácticas de la compañía francesa Aérospatiale (actualmente parte de Euromissile/EADS).
Se trata de un arma del tipo "dispara y olvida" que realiza su recorrido hasta el blanco rozando la cresta de las olas, a unos 10 m de altitud. Cuando se aproxima al blanco, puede descender hasta los 3 m ó, por el contrario, elevarse rápidamente para evadir los sistemas antimisil y precipitarse sobre el objetivo desde arriba.
La primera versión fue el MM.38, lanzada desde buques de superficie, que entró en servicio con la Marina Francesa en 1975. La versión AM.39, de lanzamiento aéreo, se desplegó por primera vez en 1979.
El Exocet está considerado como una de las armas antibuque más peligrosas del mundo, y cuenta en su haber presas legendarias como el destructor británico HMS Sheffield (y quizás haya dañado al portaaviones HMS Invincible) (Guerra de las Malvinas). Los misiles eran operados por la Aeronáutica Naval argentina. Otro destructor britanico, el HMS Glamorgan, resultó seriamente averiado cuando un MM-38 fue lanzado desde la costa por personal de la Armada Argentina

ARA Almirante Irízar (Q-5)



El rompehielos ARA Almirante Irizar (Q-5) (RHAI), perteneciente a la Armada Argentina, fue construido en 1977 en los Astilleros Wärtsilä en Helsinki de Finlandia. El 15 de diciembre de 1978, fue entregado a la República Argentina y recibió el Pabellón Nacional. Su madrina fue la señora Maria Celia Villanueva de Fraga. Desde entonces participó año tras año en el abastecimiento de las bases antárticas Argentinas, y de otros países y es el buque insignia de la Fuerza Naval Antártica. Se trata del único rompehielos con asiento en el hemisferio sur, otros buques en el hemisferio tienen categoría de transporte polar
El martes 10 de abril de 2007, alrededor de las 19:00 horas se declaró un incendio en la sala de generadores, al momento la nave se hallaba a 140 millas náuticas (260 km) de Puerto Madryn con 241 tripulantes a bordo.
El siniestro destruyó primero el sistema de energía (del que dependía el dispositivo de extinción principal), también ardió el hangar donde se encontraban dos helicópteros Sea King. Por lo que al descontrolarse el fuego, obligó al Comandante del buque, el Capitán de Fragata Guillermo Tarapow, a ordenar la evacuación total del buque durante las primeras horas del 11 de abril. La operación se completó con éxito cuando a las 6:45 horas fueron rescatados los últimos náufragos de las 32 balsas salvavidas usadas, reportándose sólo cuatro heridos leves y ninguna víctima fatal.El 14 de abril se iniciaron los trabajos para permitir acondicionar al rompehielos para remolcarlo hacia la Base Naval Puerto Belgrano. El destructor ARA Almirante Brown (D-10), las corbetas ARA Robinson (P-45) y ARA Granville (P-33) y el aviso ARA Suboficial Castillo (A-6) permanecen en la zona del siniestro y continúan con las tareas de recuperación del rompehielos. Permanecen embarcados en el RHAI, su Comandante junto a treinta hombres de las dotaciones de las Unidades Navales que se encuentran operando en la zona, personal de la Agrupación Buzos Tácticos y del Servicio de Salvamento de la Armada que suman a la operación sus capacidades de rescate y auxilio de personal. Las tareas de refrigeración con agua de las secciones externas, posibilitaron el ingreso al interior para combatir o retardar el fuego. No existen focos ígneos, por lo que el buque se encuentra controlado y náuticamente seguro. Tanto las embarcaciones que operan en las inmediaciones como las personas que trabajan y circulan en las diferentes cubiertas de la nave siniestrada, mantienen cuidadosas medidas de seguridad para evitar cualquier tipo de contingencia. Las condiciones hidrometeorológicas en la zona presentan vientos moderados a fuertes,lo que ocasiona olas moderadamente altas en un mar que se encuentra a 11º de temperatura. La intención es aprovechar las actuales condiciones meteorológicas favorables para iniciar el remolque ya que el pronostico preve que las condiciones hidrometeorológicas desmejoren hacia la tarde del día domingo.
El 15 de abril, finalmente, se controlaron todos los focos de fuego en el interior del buque. En la nave, que continúa controlada y náuticamente segura, se pudo liberar la pala del timón que se encontraba trabada en 20° hacia babor (lado izquierdo del buque) para evitar que ofrezca resistencia durante el traslado que por cuestiones meteorológicas se encuentra demorado. Un grupo de treinta personas, incluido el Capitán de Fragata Guillermo Tarapow, permanece a bordo de la nave. Entre ellos hay personal de la Agrupación Buzos Tácticos y del Servicio de Salvamento de la Armada. En tanto, las unidades enviadas a la zona para apoyar al Irízar, el destructor ARA Almirante Brown (D-10), las corbetas ARA Robinson (P-45) y ARA Granville (P-33) y el aviso ARA Suboficial Castillo (A-6) iniciaron su reaprovisionamiento y reabastecimiento desde Puerto Madryn. En las próximas horas se sumará al grupo de apoyo el aviso ARA Teniente Olivieri (A-2) para el abastecimiento de repuestos, grupos electrógenos portátiles y grilletes de cadena para complementar el tren de remolque.
El 16 de abril la meteorología complicó la maniobra de remolque del buque siniestrado el cual continúa en su posición, con personal que continúa con las tareas de preparación de la nave para su traslado a la Base Naval de Puerto Belgrano. Según un comunicado de la Armada Argentina: "Vientos fuertes a muy fuertes de hasta 50 nudos y olas que oscilaban entre 5 y 7 metros de altura complicaron las actividades de preparación del buque". Asimismo, el aviso ARA Teniente Olivieri (A-2) se encuentra en cercanías de Puerto Madryn con el abastecimiento de repuestos, grupos electrógenos portátiles y grilletes de cadena para complementar el tren de remolque. La Armada Argentina ha recurrido a la empresa de remolcadores y salvatajes SATECNA que puso a disposición el remolcador "Libertador", que se encuentra al resguardo en cercanías de la costa en espera de que mejoren las condiciones meteorológicas para sumarse oportunamente a las tareas de recuperación y remolque del rompehielos.
El 17 de abril la Armada Argentina informó que por el "mejoramiento de las condiciones meteorológicas imperantes en la zona de operaciones, los buques iniciaron todos los preparativos necesarios para dar comienzo a las tareas de remolque" del rompehielos. Autoridades marítimas solicitaron al remolcador "Libertador", puesta a disposición de la Armada, "que se dirija hacia el lugar en el que se produjo el incendio para sumarse a las tareas de recuperación y remolque" del Irízar, dice el parte informativo. Apenas llegue el remolcador al lugar se iniciará el armado del tren de remolque, que consta de un conjunto de cables, cabos y cadenas que permitirán el traslado del buque, agregó el comunicado de la fuerza. El Aviso ARA Teniente Olivieri (A-2) se encuentra abasteciendo de repuestos, grupos electrógenos portátiles y grilletes de cadena para complementar el tren de remolque, y desarrolla tareas de reaprovisionamiento de las unidades en apoyo.
El 18 de abril se inició el convoy de traslado. Lo remolcan el Aviso Suboficial Castillo (A-6) y el "Libertador". El convoy, al que los marinos llaman "tren de remolque", tiene un kilómetro de longitud y viaja a 5 nudos, poco más de 9 kilómetros por hora. La marcha es lenta para evitar que un cambio de velocidades y distancias corte los 800 metros de cables y sogas. El "Libertador" encabeza el convoy enganchado por 350 metros de cable de acero con el Aviso ARA Suboficial Castillo (A-6). Desde aquí, un guinche de remolque con un regulador automático de tensión arrastra al dañado Rompehielos, enganchado por otros 450 metros de cables de acero y sogas de perlon (nailon muy resistente), cuyos materiales, combinados, amortiguan cualquier tirón. Al convoy le faltan 400 kilómetros de viaje. Una vez en la Base Naval Puerto Belgrano el "coloso anaranjado" sería reparado en dique seco. Fuentes de la Armada Argentina también señalaron que el "tren de remolque se puso en marcha el martes, alrededor de las 20, gracias al buen tiempo". Los remolcadores, el Irízar y tres embarcaciones más de apoyo partieron del lugar del incendio, a unos 250 km al este de Rawson, en la provincia de Chubut y casi sobre el meridiano 62º. En una ruta calcada sobre ese meridiano, que también atraviesa la Base Naval Puerto Belgrano, el tren de remolque encaró viaje al norte. "Pero, al mismo tiempo, se aproximaban a la costa y a la tarde se encontraban a unas 110 millas (unos 220 kilómetros) al este de Punta Delgada, en la Península Valdés", comentaron también. El viaje de remolque comenzó con el apoyo de las corbetas ARA Robinson (P-45) y ARA Granville (P-33) y del aviso ARA Teniente Olivieri (A-2), y se sumó luego el destructor ARA Almirante Brown (D-10). Desde esta embarcación y también desde las corbetas operan los helicópteros, que abastecen a la treintena de hombres que permanecen en el rompehielos. A bordo del Irízar, el Capitán de Fragata Guillermo Tarapow comanda efectivos de diferentes unidades, como así también de la Agrupación Buzos Tácticos y del Servicio de Salvamento de la Armada.
El 19 de abril se continuó con el traslado del buque hacia la Base Naval Puerto Belgrano con inmejorables condiciones climáticas que permitieron desarrollar a todo el convoy una mayor velocidad a la estimada a inicios de la tarea.
El 20 de abril la nave se encontraba, pasado el mediodía, aproximadamente a 40 millas (72 kilómetros) de dicho asentamiento naval. Al acercarse a su destino, el tren de remolque conformado hasta estos momentos por el Aviso ARA Suboficial Castillo (A-6) y el Remolcador “Libertador”, fue reemplazado por remolcadores de puerto que facilitarán su ingreso a la Dársena de Puerto Belgrano. Asimismo, el destructor ARA Almirante Brown (D-10), las corbetas ARA Robinson (P-45) y ARA Granville (P-33) y el aviso ARA Teniente Olivieri (A-2), continuaban navegando en las cercanías en apoyo del Rompehielos. Finalmente, pasadas las 21 horas el ARA Almirante Irizar (Q-5) hizo su ingreso a la Base Naval Puerto Belgrano. "Nadie quiere lo que no conoce, nadie defiende lo que no ama, nadie da lo que no tiene. Nosotros lo defendimos, porque también lo amamos y todos lo que están aquí, cualquiera de los presentes, tiene lo propio para ganarle al fuego y sacar ese 85 por ciento que pudimos rescatar", sintetizó el Capitán de Fragata Guillermo Tarapow al desembarcar del buque que comanda. Por su parte, el segundo comandante del Irízar, el Capitán de Fragata Luis Isidro Romero -estuvo a cargo del salvamento de la tripulación y de los pasajeros la noche del incendio- también mostró su satisfacción. "Estamos orgullosos de pertenecer a este grupo humano, que con notable entrega, arrojo y subordinación permitió que éste fuera el resultado", describió.

ARMADA ARGENTINA






La Armada de la República Argentina (ARA) es el arma naval de las fuerzas armadas de la Argentina. Su corazón operativo es la Base Naval Puerto Belgrano. Tuvo un rol fundamental en las guerras por la independencia, la guerra contra Brazil y la guerra de Malvinas. Actualmente juega un rol fundamental en las misiones antárticas, de paz y defensa del patrimonio marítimo argentino.
La flota de la ARA está compuesta actualmente por cuatro destructores (Meko 360H2), nueve corbetas (seis Meko 140A16 y tres A-69), dos lanchas rápidas clase Intrépida, cuatro lanchas rápidas clase Dabur, dos lanchas patrulleras Clase Point, dos unidades patrulleras clase Murature, tres submarinos (dos TR-1700 y un Type 209), un transporte multipropósito rápido, un buque logístico de flota clase Durance, un buque transporte de asalto, cuatro unidades de aviso, dos unidades de transporte, un buque tanque, un rompehielo, un buque oceanográfico, tres buques hidrográficos, tres buques multipropósito, once remolcadores, tres yates oceánicos y un buque escuela. Operó, entre 1959 y 1988 con dos portaaviones, desde los cuales operaba la Fuerza Aeronaval, pero desde la baja del ARA Veinticinco de Mayo (V-2) colabora con la flota brasileña a este efecto, también opera, cuando los portaaviones de la US Navy navegan cerca de sus costas, en dichos buques. La principal base de la Armada es la Base Naval de Puerto Belgrano, cerca de Punta Alta, provincia de Buenos Aires